domingo, 19 de septiembre de 2010

MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES

Memoria de mis putas tristes es una novela que el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez publicó en 2004. La novela narra en primera persona la historia de un anciano y su enamoramiento de una adolescente. Hasta octubre 28 de 2009 ha sido el último libro de este escritor en publicarse, sin embargo en mayo de 2008, se anunció que el autor estaba terminando una nueva novela, "una novela de amor" que aún no se ha dado un título y se publicaría en el 2009.

Ambientada en la ciudad colombiana de Barranquilla durante los años 30, esta novela relata la relación de un anciano periodista y una joven de 14 años a quien bautiza como "Delgadina".
En el transcurso de la novela, éste relata su vida y sus vivencias con otras mujeres y cómo a través de la contemplación descubre la belleza de una jovencita. Y relata la sensación de estar acostado con una mujer en la cama, sin tener el deseo de tener sexo. Sólo contemplarla con amor es lo que lo satisface.
El autor tenía 76 años de edad cuando lo escribió.
El día de su nonagésimo cumpleaños, el anciano decide tener relaciones sexuales con una virgen, motivado por su particular moral.
El nonagenario que nunca formó familia, decide ponerse en contacto con una vieja prostituta, que conoció al ser un cliente frecuente, en el tiempo en que fuera un adolescente.
La prostituta usa sus medios para conseguirle una mujer virgen, con el único defecto que era una jovencita de 14 años. Lo cual parece no afectarle al señor, pues asegura cuidarla como a un bebé.
En el Final de la novela la prostituta le expresa que siempre le había querido y que hubiera sido su pareja ideal. El viejo, emocionado empieza a llorar y le dice: « - Es que me estoy volviendo viejo.»
Le cuenta la historia de la Delgadina y ella le dice: «- Haz lo que quieras, pero no pierdas a esa criatura. No hay peor desgracia que morir solo.»
En este libro García Márquez muestra nuevamente su gran capacidad en la narrativa, pero ahora no con trasfondo político sino con un toque de nostalgia y un poco más de su propia filosofía.
Está basada en la novela La Casa de las Bellas Durmientes del escritor japonés Yasunari Kawabata, en la que los ancianos pagaban por yacer junto a muchachitas desnudas narcotizadas para observarlas durante el sueño.
Un antecedente de este relato lo podemos encontrar en "El avión de la bella durmiente", integrante de la colección "Doce cuentos peregrinos".

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